Lectura mediante un Kamishibai

Literalmente significa "Teatro de papel" y es una manera de contar historias de tradición oral. Está formado por un conjunto de láminas que tiene un dibujo en una cara y texto en la otra. Su contenido, generalmente en forma narrativa, puede referirse a un cuento o a algún contenido de aprendizaje.

​ La lectura del kamishibai se realiza colocando las láminas en orden sobre un soporte, teatrillo de tres puertas que se llama "butai", de cara al auditorio, y deslizando las láminas una tras otra mientras se lee el texto.

A principios de 1920 el Kamishibai resurgió como manera tradicional de contar cuentos a través de los Gaito Kamishibaiya. Los Gaitos eran narradores que llevaban su butai (teatro Kamishibai) de pueblo en pueblo a lomos de su bicicleta, para llevar las historias que solían estar dirigido a niñas y niños pequeños que van a disfrutar de él en grupo.

A cambio, eso sí, el Gaito vendía golosinas a los más pequeños, ya que esta era su forma de ganarse la vida. Al llegar a los pueblos, el Gaito hacía sonar un instrumento llamado Hyoshigi (que son como dos palos de madera) para llamar la atención de los jóvenes ávidos de historias.

Como podéis observar en la imagen tengo mi propio kamishibai y he de decir que es un recurso que me encanta utilizar, porque los niños disfrutan un montón.

 Siempre que lo utilizo me gusta que los niños realicen su propio dibujo sobre el cuento, como pueden ser la parte que más le ha gustado o la que menos del cuento. El objetivo de esta actividad es que los niños dejen volar su imaginación.

Podemos ver uno de los dibujos que crearon en el aula de 5 años tras escuchar el cuento: El niño que no podía convertirse en lobito.